sábado, 12 de noviembre de 2011

Suspiros y lágrimas.

A ella solamente le gusta él, no, no le gusta, le ama... Eso lo sabe todo el mudo y de sobra, pero parece ser que él nunca se ha dado cuenta de eso..
Nunca se da cuenta de que siempre que están juntos, aunque por lo poco que fuera, de que ella siempre sonríe, de que sus abrazos son cada vez más fuertes al acercase la despedida, de que por muy tontos y repetidos que fuesen sus chistes, ella se ríe con cada una de ellas sin cansarse nunca...
Cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo que pasa sin verle, escucharle o escribirle es como si fuese una gran tortura. Le desea a su lado, desea que estuviesen juntos hasta el final de todo, pero él, como caprichoso que es, le pone excusas dejándola sola, abandonada y de allí su preciosa sonrisa desaparece hasta que él vuelva a aparecer.
Quizás él la quiere, pero no tanto como ella. Ella misma dijo que su amor por él supera todas las cosas materiales e inmateriales, por eso, nada superará ese amor suyo.
En los ojos de ella sólo existe el reflejo del imagen de su príncipe amado, mientras que en el de él está reflejado numerosas flores. Esto le hiere, ¿pero qué se le puede hacer? Ella sabe perfectamente que debe pagar ese precio por amarle.

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