lunes, 2 de abril de 2012

Tu olor.

    Me he dado cuenta ahora, me he despertado y supe  que ahora me encuentro tan lejos de todo lo que ha pasado.
El tiempo va pasando y he decidido vivir sin tus recuerdos.
La rosa se marchita ya, sus pétalos y su dulce olor vuelan con el viento, yéndose, desvaneciéndose de mi alrededor, llevándose todo lo relacionado a ti.
Si acaso nos vayamos a encontrar de nuevo por alguno de estos lugares repletos de recuerdos en blanco y negro, ya no seremos nosotros, ya no seré la misma, el cambio siempre es bueno en estos momentos, la personita que era antes también se marchó con esos pétalos marchitados. Ese rincón tan profundo y especial que guardo en mi corazón ya no lo podrás tocar.
Tu olor, ese olor del que no podía ni siquiera separarme, ya no es nada atractivo, ya no importa tanto.
Época en el que florecen las flores, época en el que ocurrió tus traiciones. O quizás, desde siempre me has estado traicionando sin que yo me enterase al vivir en mi mundo surrealista que construí con cada una de tus palabras.
Te había querido, pero ya no queda ni rastro de aquello. Ese leve dolor que había sentido lo he dejado caer hasta lo más profundo, ya no queda nada... Pero bueno, todo ha acabado, un buen final al fin y al cabo, no me quejo.