Me siento impotente al no servirte para nada, entonces, sólo puedo escucharte, escuchar tus palabras e intentar tranquilizarte...
Me gusta verte con una sonrisa dulce en la cara, en tu cara tan bonita y dulce.
¿Qué te parece si hacemos un trato? Te prometo sonreír cada día a cambio de que sonrías tanto como yo, te prometo no estar triste y no borrar nunca esa sonrisa, pero tú tienes que hacer lo mismo que yo, ¿vale?
Como me habías dicho, te gusta verme sonreir, te gusta verme contenta, pues yo también quiero que estés así.
Te quiero mucho, mucho, mi querida y amada campanita, sonríe y respira. Sobre todo, recuerda, la vida está para vivirla, es corta, disfrútala.
Sé que esto no es nada.. pero quisiese que no estés mal nunca más y quiero que sepas que puedes contar conmigo en todo, te estaré apoyando y animando siempre siempre~.
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